No somos
quienes para juzgar, lejos de nuestra intención está el reprocharte nada, solo
queremos transmitirte nuestros sentimientos, justo después de conocer tu
difícil historia. Los dos te tendemos la mano.
Queremos
solidarizarnos contigo, con tu hermana y con todos aquellos que no excluyen a
la gente por el mero hecho de ser diferente. De alguna manera nos sentimos
obligados ya que siempre lo hemos tenido todo tan fácil…
No
entendemos la postura de tu padre ni la de aquellos que te apartan. ¿No sería
mejor que analizaran el por qué de tu situación actual?, ¿No hubo nadie que
pudiera ayudarte a ser más fuerte y evitar que entraras en ese interminable
túnel?
Te hablamos
desde nuestro sentir más profundo, con la óptica de personas afortunadas, que
han tenido la gran suerte de no sumirse en el pozo en el te hallas. No
desesperes, siempre hay una dirección que apunta a la salida, pide ayuda, acéptala
y sobretodo afianza tu fe. Engánchate a Dios y descubrirás que tu camino de
sombra torna en luz y esperanza.
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