Uno de los últimos temas que hemos tocado en Religión ha sido la escala de valores de un tal Maslow. Esta escala conforma una pirámide o jerarquía de las necesidades humanas. Es una teoría psicológica que defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide).
Dicha pirámide se divide en 5 escalones. El primero consta de las necesidades fisiológicas. Estas necesidades son las más básicas, y están incluidas acciones como respirar, comer, dormir... Son las más relacionadas con nuestra salud.
El segundo nivel está formado por necesidades de seguridad y protección. Estas surgen cuando mantenemos nuestras necesidades fisiológicas compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido, las que nos permiten despreocuparnos. Las más destacables son la seguridad física, de empleo, moral, familiar...
En el tercer escalón encontramos las necesidades de afecto o afiliación. Como bien dice su nombre, tienen mucho que ver con nuestro desarrollo afectivo, de asociación, de participación y aceptación. Solemos satisfacerlas mediante actividades deportivas, culturales o recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, de ser parte de una comunidad y agruparse, ya sea con la familia, con amistades o compañeros, con parejas, etc. El nivel de autoafirmación es uno de los más altos. Según Maslow, se divide en dos: por un lado la estima alta (confianza, logros, libertad, respeto) y por otro la baja (atención, aprecio, reconocimiento, estatus, dignidad).
La decadencia de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad. El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional. La necesidad de autoestima, es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en una alguien perfectamente capaz de conseguir sus objetivos.
Y por último, pero no por ello menos importante (al contrario), se sitúa el nivel de realización personal. Se basa en la autorrealización de cada uno, en el desarrollo de aspectos como la moralidad, la falta de prejuicios, la aceptación de hechos o la resolución de problemas. Son las necesidades más elevadas y complicadas, pues dependen exclusivamente del individuo, y de su pensamiento.Existe una relación entre los diferentes "pisos" de la pirámide de Maslow. Las necesidades son más urgentes cuanto más básicas son, o sea, la urgencia disminuye según vamos ascendiendo. Y justo lo contrario pasa con la importancia de las necesidades; van teniendo cada vez menos valor (en cuanto a importacia) las más cercanas a la base.
Dicha pirámide se divide en 5 escalones. El primero consta de las necesidades fisiológicas. Estas necesidades son las más básicas, y están incluidas acciones como respirar, comer, dormir... Son las más relacionadas con nuestra salud.
El segundo nivel está formado por necesidades de seguridad y protección. Estas surgen cuando mantenemos nuestras necesidades fisiológicas compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido, las que nos permiten despreocuparnos. Las más destacables son la seguridad física, de empleo, moral, familiar...
En el tercer escalón encontramos las necesidades de afecto o afiliación. Como bien dice su nombre, tienen mucho que ver con nuestro desarrollo afectivo, de asociación, de participación y aceptación. Solemos satisfacerlas mediante actividades deportivas, culturales o recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, de ser parte de una comunidad y agruparse, ya sea con la familia, con amistades o compañeros, con parejas, etc. El nivel de autoafirmación es uno de los más altos. Según Maslow, se divide en dos: por un lado la estima alta (confianza, logros, libertad, respeto) y por otro la baja (atención, aprecio, reconocimiento, estatus, dignidad).
La decadencia de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad. El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional. La necesidad de autoestima, es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en una alguien perfectamente capaz de conseguir sus objetivos.
Y por último, pero no por ello menos importante (al contrario), se sitúa el nivel de realización personal. Se basa en la autorrealización de cada uno, en el desarrollo de aspectos como la moralidad, la falta de prejuicios, la aceptación de hechos o la resolución de problemas. Son las necesidades más elevadas y complicadas, pues dependen exclusivamente del individuo, y de su pensamiento.Existe una relación entre los diferentes "pisos" de la pirámide de Maslow. Las necesidades son más urgentes cuanto más básicas son, o sea, la urgencia disminuye según vamos ascendiendo. Y justo lo contrario pasa con la importancia de las necesidades; van teniendo cada vez menos valor (en cuanto a importacia) las más cercanas a la base.
Cuando tengamos satisfechos todos los niveles de nuestra pirámide de valores, obtendremos el acceso a la felicidad absoluta y a la armonía. Lógicamente, esto conlleva una tarea realmente difícil, puesto que el ser humano es un inconformista nato, siempre aspira a algo mejor en cada uno de estos escalones. Por ello, ser consciente de lo que tenemos, y no de lo que nos falta, nos conduce hacia el verdadero bienestar y satisfacción con nosotros mismos.
Javier y Mario
No hay comentarios:
Publicar un comentario