Este curso Religión ha sido diferente. El hecho de que no hubiera exámenes constituía un buen punto a favor, ya que el curso se presentaba difícil y exigente (y lo ha sido). Así que el planteamiento de crear un blog donde insertar entradas fue muy bien aceptado por mi parte desde el comienzo. El tema del que debía tratar cada una era claro, y con las correspondientes explicaciones en clase, no consistía en sentarse frente al ordenador a esperar a que te llegara la inspiración. Eso no quita que no hubiera momentos en los que pararas para reflexionar y aclarar las ideas, o para documentarte en Internet sobre un aspecto en concreto. Por eso, en lo que a mecánica de la asignatura se refiere, ha sido un acierto.
En cuanto a la dinámica de las clases, he de decir que (como es normal) algunas resultaban mucho más entretenidas que otras. Me gustaron especialmente las de la primera evaluación, eran muy participativas y originales (como el debate de "Panorama"), e incluso curiosas (la pirámide de Maslow, la ventana de Johari...). En la segunda evaluación empezó la parte más teórica, con clases más densas y típicas, pero que viendo ahora la materia que se debía impartir, tampoco se podían intentar hacer muy diferentes a como se llevaron a cabo. Aun así, me gustó mucho la elección de "A propósito de Henry", me pareció una buena película de la que se podía extraer mucho para aplicarlo a nuestra vida personal.
Por último, el tercer trimestre recuperó la esencia del primero. Las exposiciones de las diferentes religiones en el patio de columnas, desde mi punto de vista, quedaron bien en general; sobresalían la del budismo (con su gran mural) y las religiones antiguas (con su maqueta y gran cantidad de curiosidades). Reconozco que al principio, a mí y a mi grupo no nos hizo mucha gracia hacer el trabajo sobre el cristianismo, habiendo otras religiones que nos atraían más, y la distribución de tareas no fue para nada equitativa (algunos trabajamos mucho más que otros), pero el resultado final superó nuestras expectativas, tanto individual como conjuntamente.
Si me tuviera que quedar con algo de este curso, sería con la clase sobre la exégesis. Hasta ahora, los pasajes de la Biblia que todo el mundo conoce, como la multiplicación de panes y peces o las bodas de Canaán, me hacían pensar que eran un mero relato ficticio que, sin quitar su defensa a los buenos valores, distaban mucho de la realidad. Pero como digo, con esta clase, me di cuenta de que no solo las parábolas precisan de una correcta interpretación para poder comprender su significado, sino también la Biblia en sí. Cada capítulo, ya sea por medio de determinados números o acciones con importantes connotaciones en aquella época, se ve enriquecido por un nuevo sentido, una vuelta más de tuerca sobre nuestra manera de entenderlo.
No soy creyente, ni creo que la finalidad de la asignatura fuera hacernos creer. Creo que su objetivo era proporcionarnos un nuevo ángulo de visión sobre lo que constituye la religión, lo que significa para las personas y lo que intenta transmitirnos, para tener así una opinión sólida, argumentada y basada en el respeto cuando, en algún momento, queramos referirnos a ella.
Javier Rodríguez Jiménez
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